Una mirada al sector agroalimentario mexicano desde sus mujeres y emprendedores
- Universidades de Puebla

- 16 jul
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 23 jul
Por Edhalí Moreno Cíntora.

El campo mexicano es mucho más que paisajes rurales: es motor económico, tradición viva y oportunidad de futuro. Y aunque suele ser invisibilizado en los espacios de opinión, la realidad es que el sector agroalimentario ha demostrado ser uno de los más estables y estratégicos del país.
Al cierre de 2024, según el SIAP, el sector agroalimentario contribuyó con el 8.6% del PIB nacional, incluyendo actividades como la agricultura, ganadería, pesca y agroindustria. Frente a la volatilidad de otros sectores como la minería o la construcción, el agro mexicano ha mostrado fortaleza constante.
Además, somos líderes a nivel internacional: la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) informó que en 2024 exportamos más de 50 mil millones de dólares en productos agroalimentarios, rebasando por sexto año consecutivo al sector petrolero. Cerveza, aguacate, jitomate, tequila, frutos rojos y carne de res encabezan nuestra lista de exportaciones, posicionando a México como potencia en alimentos frescos y procesados.
Pero la historia también tiene matices. Cerca del 13% de la población ocupada trabaja en el campo, muchas veces en condiciones desiguales y sin acceso a servicios básicos. A pesar del crecimiento hacia el exterior, hacia adentro, el sector sigue enfrentando barreras, especialmente para las mujeres.
De acuerdo con datos del INEGI de 2023, el 79% de quienes trabajan en el agro son hombres, y apenas el 21% son mujeres. Esta baja participación no responde a falta de capacidad, sino a obstáculos estructurales como el limitado acceso a la tierra, financiamiento y tecnología.
Por eso, hablar de desarrollo agroalimentario también implica hablar de equidad y de futuro. El SIAP estima que el sector primario podría crecer entre 2.5% y 3% en 2025, impulsado por la demanda global y el interés por alimentos producidos de forma sostenible. El reto está en que este crecimiento sea incluyente y justo.
Tres consejos para emprender en el sector agroalimentario:
Conecta con el mercado internacional sin perder tu identidad local. Apuesta por productos con valor agregado, denominación de origen o prácticas sostenibles que puedan destacar en el comercio exterior.
Invierte en tecnología y capacitación. La transformación digital del campo es clave para mejorar rendimientos, trazabilidad y competitividad. La tecnificación no es un lujo, es una herramienta de supervivencia.
Genera alianzas locales. Vincularse con otras y otros productores, formar cooperativas o asociaciones, y trabajar de la mano con centros de investigación e innovación puede abrir nuevas oportunidades de financiamiento y acceso a mercados.
Cuando las mujeres lideran, ganamos todos.
Edhalí Moreno Cíntora se ha consolidado como una destacada líder empresarial en Puebla, reconocida por su visión estratégica, su impulso al desarrollo económico y su firme compromiso con la equidad de género en el ámbito corporativo. Su trayectoria abarca la consultoría, la educación superior, el comercio internacional y la dirección de organismos empresariales, convirtiéndola en una figura clave en la transformación del ecosistema productivo poblano. Como presidenta del Consejo Coordinador de Mujeres Empresarias Capítulo Puebla, ha abierto camino para que más mujeres participen activamente en la economía y tomen decisiones desde espacios de liderazgo, fortaleciendo así el tejido empresarial de la región.









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